TORNEO CADETE CIUDAD DE LEBRIJA

Sábado 28 de Mayo en la ciudad sevillana de Lebrija, se celebro el torneo cierre de temporada, con seis clubes invitados, repartidos en dos grupo de tres, enfrentándose en partidos de 40 minutos de duración, pasando a la fase final los dos primeros clasificados de cada grupo.
Mucho público, un buen nivel competitivo y muy poca deportividad tanto dentro como fuera del terreno de juego, fue lo que aconteció el Torneo Ciudad de Lebrija 15-16, una de las grandes citas en la provincia sevillana, para los aficionados al fútbol base en estas fechas.
Tras cinco horas de competición con el Campo Municipal lleno de público, nos quedamos sin saber quien fue el triunfador del torneo, de ello se encargaron unos señores de Alcalá de Guadaíra.
Todo aquello que tiene un comienzo incierto si no se va enderezando termina por torcerse, esto es ciertamente lo que ocurrió hoy en el torneo Ciudad de Lebrija. Lo que a priori, debía ser un sábado más de disfrute de fútbol base, se convirtió en una pesadilla. Después de todo lo acontecido, con la suspensión en el tramo final del torneo para evitar males mayores y aconsejados por las fuerzas del orden público. “Si no se puede jugar que no se juegue”, “Lo que falló es que hay mucha gente inadaptada”, “De bronca en bronca, siempre aparece algún o algunos inadaptados, para arruinar lo que pudo ser un espectáculo".
Y partido a partido, sorbo a sorbo, del rico vino de la tierra –de una bodega cercana-, el despropósito se fue adueñando del torneo, la tensión del terreno de juego se fue implantando en el graderío, con unos padres que daban fiel reflejo de las actitudes de sus retoños. Ciertamente los hijos hacen en su vida cotidiana lo que absorben de su entorno y más, si es muy cercano.
Se debería hacer un poco de auto critica para evitar que estos lamentables incidentes no vuelvan a ocurrir en versiones venideras.
Partiendo de los cimientos, la organización, que fue nefasta, en el sistema de escoger a quien debía de impartir justicia, en vez de árbitros, de verdad, se tiro por lo más simple, voluntarios, gente de la casa, que bien no se sabían las normas básicas del reglamento o bien lo impartían a su criterio, algo que no contentó a nadie, y el saldo era de altercado por partido. Aunque parezca mentira el único encuentro sin tangana sobre el césped fue el duelo entre cadistas y jerezanos, que transcurrió por los causes normales.
Los participantes, a un torneo con la solera, como este, habría que ser un poco más selectivo a la hora de escoger a los clubes participantes, no se puede invitar a cualquiera para completar cartel. Y menos con nombre de insecto.