El Balón de Cádiz regala un tiempo y tres puntos
Balón de Cádiz C.F. “B” y C.D. Guadalcacín protagonizaron un choque competido, repartiéndose los periodos, amarillo, el primero y el segundo, rojillo. En juego, tres puntos de honrilla, que teñirían la quinta plaza de amarillo o rojo.
La vigésimo novena jornada de liga en la Segunda División Andaluza Cadete, se cerró con derrota para los cadistas, partido que disputaron gaditanos y jerezanos, en la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz, desde las 16:30 horas del sábado 16 de abril del 2016.
El Cádiz, durante algo más de cuarenta y cinco minutos, tuvo el control y mandó desde la imposición. Concentrado de inicio y con la idea clara de negarle al conjunto visitante el esférico, la escuadra local, con un ritmo alto construyó durante el primer tiempo un perfecto juego de asociación en el que el acierto técnico y las posiciones claras permitían encontrar siempre a un compañero libre. Juntos y ordenados, participaron de la circulación todos los jugadores amarillos, empezando desde la retaguardia, fuerte y rocosa (aunque un único fallo costara un gol), pasando por los centrocampistas que asumieron un protagonismo creativo con balón, uniéndose los extremos, apareciendo una y otra vez en la jugada a modo de epicentro, tocando siempre rápido para que el ritmo de la circulación no decayera y contaron además con la delantera como cuarto invitado, creando superioridad en la circulación y dominio en segunda jugada. En frente un Guadalcacín aculado por el buen hacer cadista y ahogado por las llegadas colectivas de los locales. La contienda llegaba al descanso con igualdad en el marcador, pero con sensación de que los cadistas merecían más. Camino a los vestuarios dos conjuntos, un Guadalcacín que tenía su plan y un Cádiz que tenía sus armas.
Tras el paso por vestuarios, comenzó la segunda parte, el guion seguía siendo el mismo que antes del parón. Pero, poco a poco, al Balón se le fue apagando la luz y a los visitantes se le fue prendiendo la candileja. Los amarillos pasaron a ser un equipo desconocido, previsible y frenado. Modificó totalmente su actitud y fue superado por su rival con la misma claridad con la que se le había superado en el primer tiempo. Se había cambiado las tornas.
La solidez que habían mostrado los amarillos, en la primera fase, se tornó en fragilidad en la segunda. Los cadistas estaban irreconocibles. Prevalecía el lucimiento personal sobre el espíritu colectivo. Se pecaba de egoísmo, se producía muchas imprecisiones en los pases y se desperdiciaban finalizaciones de jugada. Y ya se sabe, “Quien mal anda mal acaba”
El conjunto local se desconectó en la recta final y encajó dos tantos, pero el correctivo pudo haber sido mayor, si su guardameta no hubiera tenido una buena tarde.
El análisis de un partido de fútbol se hace a veces muy amplio. En este caso, mucho de lo que se pueda decir pasa por el cambio de actitud que tuvo el equipo y que lo llevó al fracaso. No hacer, en el segundo tiempo, lo que se hizo en el primero. Hubo un equipo con dos caras, totalmente distintas en un mismo partido. Ni el más optimista hubiese imaginado este resultado final, al término de la primera mitad.
Clasificación y Resultados
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Alsaca